Únete a la petición global para proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos en todas partes

Un defensor o defensora de los derechos humanos es alguien que exige justicia y dignidad para todos y todas.

Algunos/as denuncian la corrupción y piden que quienes ostentan el poder respondan ante la justicia. Algunos/as exigen que los servicios básicos, como la salud, la educación y la vivienda, estén ampliamente disponibles. Algunos/as defienden el derecho de todas las personas a vivir de acuerdo con su propio género y orientación sexual. Algunas son mujeres que defienden el derecho de todas las mujeres a elegir su propia vivida libremente, sin ser obligadas a casarse o tener hijos. Algunos/as son campesinos/as y comunidades que quieren proteger su tierra frente a la contaminación y las empresas que esquilman recursos preciados como el agua y los bosques. Son personas valientes, pero corrientes. Y están siendo atacadas.

Quienes ostenta el poder, como los gobiernos y las grandes empresas, están tratando de silenciar a los defensores y defensoras de los derechos humanos, tildándolos injustamente de delincuentes, terroristas o “agentes extranjeros”. Hay defensores y defensoras de los derechos humanos a quienes se encierra por alzar la voz. La cifra de defensores y defensoras amenazados, agredidos e incluso asesinados es aterradora.

Ya basta. Es hora de que hagamos algo tan audaz que los gobiernos no puedan ignorarnos.

Hace 20 años, los gobiernos del mundo firmaron una declaración en la que se comprometían a proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos. El próximo mes de diciembre, esos gobiernos celebrarán una reunión especial en la ONU para debatir la situación.

Con tu ayuda podemos mostrar que el mundo está mirando el resultado de esta reunión. Las firmas serán entregadas por defensores y defensoras de los derechos humanos que exigirán protección real, no solo palabrería.

Firma ya y pide a los gobiernos que:

• celebren y protejan a los defensores y defensoras de los derechos humanos, especialmente a los que están marginados y son atacados por su identidad de género, orientación sexual, etnia y raza, religión, estatus, discapacidad, edad o clase.

• dejen de atacar, difamar y estigmatizar a quienes luchan por que los derechos humanos se hagan realidad para todas las personas en todo el mundo.

En esta llamada global, es preciso que todos y todas aunemos fuerzas. Juntos, y con tu apoyo, nuestras voces pueden sonar más fuerte que nunca.